Cuando rememoro a la única abuelita que conocí, intento recordar qué hacia durante todo el día. Ciertamente mermeladas, tejido o crochet, leer. Y viajar!.

Mi madre en cambio detestaba viajar, cocinaba por obligación, y fue una abuela más astuta: cedió a su marido la tarea de entretener nietos, y cocinar para ellos, dedicándose a sus pacientes de fisioterapia y en su vejez a recrear su historia personal en sus memorias. Ella fue una ávida lectora, hablaba 5 idiomas, y se casó por tercera vez a los 59 años.

Estamos en el sigo XXI. Las abuelas de hoy somos más jóvenes, más dinámicas, más cuestionadoras y más demandantes. Reconozcámoslo: para nuestros nietos estamos mucho menos disponibles. Pero que ellos admitan que estamos más vigentes. Y eso no es gratuito: nos cuesta esfuerzo, destellos de lucidez y adaptación al ritmo de la nueva era.

El tema merece algunas reflexiones de abuela en ejercicio.

lunes, 31 de octubre de 2011

la abuela en el espejo

La abuela en el espejo

Gioconda Belli bien decía, la edad nos esta recreando, y solo el espejo nos devuelve ese rostro esculpido por la edad al que no vemos con la mirada transparente, sino deformada por nuestras ansias, nuestra perplejidad y las proyecciones culturales. En las arrugas reconstruimos lo que queda de piel tersa,  obviamos el párpado caído rescatando el brillo aún juvenil de la mirada, y nos proponemos menguar la curva del vientre con ejercicio, sopesando si es mejor tenerlo redondito o apergaminado.  Nuestra mujer sensual pide una prórroga.  la intelectual abre caminos espirituales. Alguien nos dice: “estas estupendamente conservada”, implicando en esa palabra el status de especie en peligro de extinción…  Indudablemente, algo nuestro está en extinción, pero no es nuestra inteligencia. 

Reflexiono: me veré mañana en el rostro que estoy esculpiendo hoy?

domingo, 30 de octubre de 2011

abuela normal?


Hace unos años mi nieta Gabriela  y una amiguita hablaban de sus abuelas. Gabriela decia: “Yo no tengo una abuela normal”.
La amiga preguntó: “Y como es una abuela normal?”
Ella encogiendose de hombros dijo: ”No se, nunca tuve una”