A ésta "avanzada edad" senti la necesidad de una reubicación de mis emociones primarias y hacer una evaluación de mi vida. En resumen entré en terapia. De salida a mi hora semanal, mi nieta Camila me preguntó a donde iba.
-Donde vas abu?
-A la psicóloga
-Para que?-Para que me arregle un poco, y quede un poco menos loquita...
-No abuela, no, por favor que no te arregle!