Cuando rememoro a la única abuelita que conocí, intento recordar qué hacia durante todo el día. Ciertamente mermeladas, tejido o crochet, leer. Y viajar!.

Mi madre en cambio detestaba viajar, cocinaba por obligación, y fue una abuela más astuta: cedió a su marido la tarea de entretener nietos, y cocinar para ellos, dedicándose a sus pacientes de fisioterapia y en su vejez a recrear su historia personal en sus memorias. Ella fue una ávida lectora, hablaba 5 idiomas, y se casó por tercera vez a los 59 años.

Estamos en el sigo XXI. Las abuelas de hoy somos más jóvenes, más dinámicas, más cuestionadoras y más demandantes. Reconozcámoslo: para nuestros nietos estamos mucho menos disponibles. Pero que ellos admitan que estamos más vigentes. Y eso no es gratuito: nos cuesta esfuerzo, destellos de lucidez y adaptación al ritmo de la nueva era.

El tema merece algunas reflexiones de abuela en ejercicio.

jueves, 26 de enero de 2012

terapia en tiempos modernos

A ésta "avanzada edad" senti la necesidad de una reubicación de mis emociones primarias y hacer una evaluación de mi vida. En resumen entré en terapia. De salida a mi hora semanal, mi nieta Camila me preguntó a donde iba. 

-Donde vas abu?
-A la psicóloga
-Para que?
-Para que me arregle un poco, y quede un poco menos loquita...
-No abuela, no, por favor que no te arregle!

miércoles, 18 de enero de 2012

todavia sentir....


“El amor después de los 60”, encabeza artículos que explican que “todavía” es posible enamorarse. Escritos de gente inteligente y joven, nos conceden una prórroga, de un tiempo administrado quien sabe por quienes.  Es la premisa que por tener el corazón algo trajinado la capacidad de amor disminuye? O que el sexo de cuerpos envejecidos ya no es digno?  

Lin Yutang decía que la única diferencia real entre oriente y occidente es el trato a los ancianos. Nuestra cultura es de descarte, y nuestros parámetros  la potencia física. La experiencia es descalificada, la filosofía de vida validada por la letra impresa.En la oriental y la andina, cada año vivido se añade al valor agregado.