“El amor después de los 60”, encabeza artículos que explican que “todavía” es posible enamorarse. Escritos de gente inteligente y joven, nos conceden una prórroga, de un tiempo administrado quien sabe por quienes. Es la premisa que por tener el corazón algo trajinado la capacidad de amor disminuye? O que el sexo de cuerpos envejecidos ya no es digno?
Lin Yutang decía que la única diferencia real entre oriente y occidente es el trato a los ancianos. Nuestra cultura es de descarte, y nuestros parámetros la potencia física. La experiencia es descalificada, la filosofía de vida validada por la letra impresa.En la oriental y la andina, cada año vivido se añade al valor agregado.
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