El arte, es el espacio que es realmente mío, en el que puedo evolucionar libremente, y estoy a salvo. Donde establezco mis valores, mi lenguaje, mis códigos y ellos funcionan. Es el lugar donde la mentira está proscrita, el poder no tiene armazón, la manipulación se desvanece. Es el espacio de equilibrio vivencial, transparente, lúdico, que me contiene y salvaguarda mi condición humana, la capacidad de goce y belleza que poseo. Donde puedo ser vulnerable sin morir, apasionada sin coartadas, inteligente sin parámetros, jugar sin razones, amar sin retaceo, ofrecerme sin inmolarme.
Junio 1999